“Por tu premio merecido / Sonríe Aragón entero
Pues, siempre serás, Fernando, / Gran persona y gran jotero”.
Esta copla fue creada y musicada como jota por Toño Julve, que se la cantó, al más puro estilo juglaresco, a Fernando de la Natividad en una de sus actuaciones conjuntas en las riberas del Ebro durante las fiestas del Pilar. En efecto, quería agasajar al ídolo Fernando, ganador del Primer Premio Ordinario de Canto del Certamen del Pilar de Zaragoza 2011.
Fernando, lecerano, aunque nacido en Zaragoza en 1978, realizó en esta ciudad los estudios de Bachillerato, Diplomatura de Magisterio de Música y Guitarra en el Conservatorio Profesional de Música, circunscribiéndose su actividad docente a diversas sustituciones de su especialidad en colegios y a clases de jota en la Asociación de Vecinos de San José de Zaragoza.
El inicio de su carrera en el mundo de la jota data de 1986, cuando empezó su aprendizaje de canto y también sus actuaciones ya que con 8 años y medio se estrenó en la plaza de su pueblo el día de Santo Domingo.
Pero sus cimientos se forjaron antes. “Mi familia era jotera. Vivíamos la jota con intensidad. Me acuerdo de mis tíos Teodorín y Pincho y, sobre todo de mi abuelo Manuel con el que yo cantaba mucho en casa, en la vendimia y en la recogida del azafrán”, evoca Fernando.
En el 87 se presentó, como infantil, al Certamen del Pilar, quedando el tercero, mientras que al año siguiente ya obtuvo el primer premio. “Cantar en mi pueblo no me producía nervios ni miedo, pero la situación era diferente en los concursos por la responsabilidad de tener que hacerlo bien”, afirma.
Paulatinamente, los premios recibidos le condujeron a sentirse jotero, sin darle tiempo a soñarlo. “En un principio solo piensas en pasártelo bien y hacer amigos. Cuando eres adulto sí que sueñas con el premio de Zaragoza. la meta es esa. Y si puedes lograr el extraordinario, mejor”.
Fernando de la Natividad ha ido dibujando su propia vida con acordes musicales, impregnados de sentimientos. Ahí están sus gustos musicales, como Queen, Héroes del Silencio, El último de la Fila, la música de los 80 y, sobre todo, las jotas de Jesús Gracia, José Oto, Nacho del Río, Toño Julve, Beatriz Bernad, Pili Mendi y Begoña García, entre otros. “Cuando voy en el coche, escucho y canto jota”. Ahí está también su visión del mundo de la jota, repleta de grandes riquezas. “Veo la jota más como un hobby y entretenimiento que como profesión. Te propicia conocer muchos lugares y personas, hacer amigos y pasar buenos momentos, como, por ejemplo, la fiesta que tuvimos en noviembre en Lécera para conmemorar mi premio”.
Fernando reconoce que cambia cuando actúa: “Te pones más serio, entre otras cosas, porque el público se merece un respeto. Sacas ese plus de energía que llevas dentro. Les das sentimiento a las notas”.
Precisamente, por esa responsabilidad acumulada, el día que Fernando se proclamó ganador del certamen, la intensa emoción le rompió, incluso físicamente, con lágrimas de alegría. En ese momento confluyeron en su mente y se patentizaron retazos de su vida y cualidades intrínsecas de su personalidad. Así, se evidenció el recuerdo hacia las personas que le habían ayudado: “Estoy muy agradecido a mi familia y a mis profesores: Jesús Burriel, de Muniesa, Jesús Gracia, de Lécera, Nacho del Río, de Calatayud, Beatriz Bernad, de Lécera y la foniatra Mª Pilar Laborda, de Zaragoza”. Igualmente, se reflejó su capacidad para la amistad en los efusivos aplausos en el auditorio y en la cantidad de felicitaciones en persona y en Facebook: “Experimenté una emoción tremenda al sentirme querido por tantas personas. Noté en la semifinal que había muchos aplausos y gritos de ánimo. Amigos, componentes y directores de otros grupos querían que ganara. Casi la totalidad del auditorio deseaba mi triunfo”.
Quedó claro el amor por la jota a pesar de la saturación que le absorbe con actuaciones televisivas, como cantador y tañedor en Dándolo todo. Jota de Aragón TV, rondas, galas y compromisos, a la vez que el denodado esfuerzo vertido en ella: “No satura porque haces algo que te gusta y no te cansa. La jota es prácticamente gran parte de mi vida, es fundamental. Este premio ha supuesto el reconocimiento a los 25 años de trabajo que llevo en la jota”. Finalmente, revivió la importancia de Lécera: “Es un pueblo conocido, además de por sus vinos, por la jota. Es un referente. Jesús Gracia fue el jotero de joteros. Allí cantan muchos y hay buenas voces. Y afición”.
Pero Fernando de la Natividad, tras ganar este galardón por derecho y cantar bien, no ceja en su empeño. “Mi meta final es ganar una vez el Premio Extraordinario y fin. Después me dedicaré a cantar y hacerlo pasar bien a los amigos y a las personas que me escuchen”.
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