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domingo, 28 de abril de 2013

LOS MAYOS EN MOTILLEJA 2013

Las rondas destacan, principalmente, en el ámbito público, y cuando procede en el religioso, por tanto estaremos hablando de rondas de clara función social, cíclica y festiva para la comunidad vecinal.  Las rondas más características son las de los mayos y la de los aguilandos, ejes fundamentales para entender el hecho de rondar por mayo y por Navidad.

Los Mayos los hay de dos tipos:  el mayo religioso, que se canta a la Virgen María en la puerta de la iglesia el día 30 de abril de cada año (estamos a treinta del abril cumplido, mañana entra mayo, mayo bienvenido) y que se estructura con una introducción en jota, en la que se pide licencia a Dios para cantar, y se para al mayo propiamente dicho, en el que se alaba y ensalza a la Madre de Dios y se le piden favores, para terminar con jota en la que la despedida más popular en los cantares motillejanos hace también su aquí su aparición:  se despide la Ronda de su morena con un pie en el estribo y otro en la arena; y el mayo de ronda, o mayo profano, que es con el que se ronda durante esa noche mágica de los mayos a las mozas casaderas de la localidad.  Es éste un mayo original que únicamente se acompaña de instrumentos de percusión, principalmente pandereta, donde un rondador canta las estrofas y el resto de la Ronda canta el estribillo a coro.  Los mayos destinados a las mozas en Motilleja, como en tantos pueblos manchegos, están cargados de metáforas y de versos llenos de una lírica amorosa extraordinaria  (Ha venido la Ronda a cantarte, ha venido a cantarle a tus ojos..., Asómate a esa ventana cara de luna brillante, Y si debo despedirme yo lo haré con una rosa, que en tu vida encontrarás despedida tan hermosa) cumpliendo la función tradicional de declaración pública de nuevos noviazgos o confirmación de ellos, declarándole el amor a la moza con la que se quiere unir en noviazgo bien al que canto el mayo o bien al que lo ha encargado cantar, quedando de esta forma así establecida públicamente esa nueva relación de pareja, cumpliendo además con el ciclo estacional de mayo, con el ciclo vital de noviazgo, con el ciclo litúrgico de mes de María, etc.





En sus orígenes, la fiesta de los mayos, como fiesta propiamente dicha, trata de conmemorar la entrada del mes más fértil del año, del mes de las flores, del mes de los frutos, del mes de los campos preñados, del mes de la esperanza, del mes de mayo, del mes de la primavera.  Para ello, la noche previa a su llegada, es decir, la noche del 30 de abril, la Ronda canta durante la noche a las mozas, a la fecundidad, al amor entre mozos y mozas, mayos y mayas, etc.  Como ya hemos dicho anteriormente, es interesante vincular y ligar funcionalmente esta fiesta con la declaración pública de noviazgos e intenciones amorosas.

Al mismo tiempo, como todas las fiestas que tienen un origen precristiano, y debido, principalmente al arraigo y a la participación social tan importante, no es de extrañar que la fiesta de los mayos sufriera el proceso de cristianización, y así de ser una celebración de tipo social de carácter festivo y pagano, sobre un suceso cíclico de madre Naturaleza, la conmemoración adquiere una nueva dimensión, en este caso espiritual y religiosa, que se pone de relieve bajo la advocación de la Virgen, haciendo de este mes de mayo el mes de María, a la que se rinde una especie de culto floral en estos días muy acorde con esa exaltación tradicional d de la fertilidad y fecundidad de la Naturaleza.  Por este motivo, dos son los mayos que se repiten en casi todas las poblaciones que todavía conservan esta tradición tan antigua:  el mayo a la Virgen y el mayo a las mozas.  Estaríamos hablando, pues de un mayo profano y otro religioso.  El Mayo dedicado a las mozas, o profano, estaría basado en la referencia directa y exaltada sobre el mes de mayo junto con elogio de la mujer a la que va dirigido el canto; mientras que el mayo a la Virgen, o religioso, se canta en honor a la Madre de dios, en señal de alabanza, y en muchas ocasiones cumpliendo una función pituitaria y rogativa de buenas cosechas, de lluvias, de alimentos, etc.  La conexión entre los dos mayos es más que evidente (formas musicales, formas métricas, estructuras, etc.), de hecho, en muchos pueblos la música de los dos mayos es la misma y sólo cambia la letra, ya sea referida a la Virgen o a las mozas casaderas.




Es evidente que, en el proceso de cristianización de esta fiesta, el mayo religioso no es sino una derivación obligada del mayo profano.  Los mayos dedicados a la Virgen se suelen cantar, por un entendido respeto tradicional, en primer lugar, acudiendo a las puertas de las iglesias, para dar mayor honra a la patrona del lugar.  Hay mayos dedicados también al Santísimo, a Jesucristo o a la Cruz, pero estos son más raros.  Tras cantar a la Virgen es costumbre dirigirse a la casa del Alcalde del pueblo, como representante de la máxima autoridad, donde se canta el primer mayo profano y se pide permiso para poder realizar la ronda po las calles del pueblo.  Y, a partir de ahí, ¡a tocar y cantar, y a echar los mayos que hagan falta!

Texto:  Javier Cuéllas Tórtola

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