La Chicharra es una fiesta de música, baile y tradiciones populares. Durante dos días y dos noches las Rondas (grupos de música tradicional de cuerda, voz y percusión) recorren las calles y bares del pueblo tocando, cantando y bailando. Interpretan música étnica, creada por los pueblos y basada en unos estilos o palos como son las Jotas, Seguidillas, Fandangos o Rondas y Tonadas diversas. A la vez se realizan otras actividades como muestras de encaje de Bolillos o Gastronomía típica de la zona.
Después de decir esto hay que aclarar, para evitar confusiones, que La Chicharra no es un espectáculo folclórico, ya que se trata de una fiesta lúdica, una forma de expresión y divertimento social, se vive en la calle no sobre un escenario y todo aquel que se acerca a participar en una de las Rondas se convierte en “actor”, no en público.
Esta fiesta se realiza básicamente y gracias a todas aquellas agrupaciones, Rondas o personas individuales que, desinteresadamente, salen a las calles de Motilleja a expresar con su música, cantos y bailes un sentimiento, una forma de expresión, una tradición que se hunde en las raíces del tiempo y que a la vez encaja en las formas actuales de diversión.
Con más ilusión que recursos, pero con la base de contar con una serie de agrupaciones que son fijas en su apoyo y participación (Ronda de Motilleja, Asociación de Bolilleras, Asociación de Amas de Casa, Asociación Juvenil de Motilleja), otras que llegan gracias al apoyo institucional, y sobretodo por un grupo de amigos de Motilleja que colabora, anima, apoya y trabaja antes, durante y después de la fiesta.
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