El tenista acompañado del grupo de baile S'Eixam Mallorquí
«Durante toda mi vida he valorado mucho la gran suerte que tengo en ser mallorquín», ha afirmado Nadal, que ha ensalzado las riquezas naturales y el buen clima de la isla, aunque ha bromeado sobre el día lluvioso en el que ha tenido lugar la ceremonia.
Para incidir en su amor por la tierra en que nació y vive toda su familia, el tenista ha manifestado: «Lo primero que hago cuando pierdo o gano es ver la manera más rápida de volver a Mallorca».
Los padres, abuelos, tíos y la novia de Nadal, Xisca Perelló, junto con otros parientes y amigos le han acompañado durante un acto al que han asistido las principales autoridades del archipiélago, encabezadas por el presidente autonómico José Ramón Bauzá.
La ceremonia se ha celebrado en un salón de plenos atestado y desbordado por los cientos de personas que han querido seguirla en las pantallas repartidas en otros espacios del Palau del Consell, que según la presidenta de la institución, Maria Salom, ha vivido esta tarde «un acto que pasará a la historia de Mallorca».
Salom ha ensalzado a Nadal como «uno de esos fenómenos deportivos que solo surgen cada mucho tiempo» y «uno de los mejores embajadores que Mallorca ha tenido nunca en su historia».
La presidenta insular le ha encomiado por ser «respetuoso con los adversarios, solidario con los compañeros, generoso en el esfuerzo, humilde en la victoria, consecuente en la derrota» y ha subrayado que es, «además de un modelo como deportista, un modelo como persona».
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