En esta foto se puede apreciar el vestido de diario de la mujer, la pieza más representativa son los enagos, falda confeccionada en dos partes y unidas por el copinyat. En esta imagen, todas son faldas de 120-150 años. Y el cànyom, delantal tradicional para la faena.
Es el vestido de los días festivos y solemnes, las chicas de los extremos, lucen vestuario de las primeras décadas del s.XIX (con mantell bordado) Las dos del centro, ya vestido festivo de finales del s.XIX, siguiendo las faldas, las modas francesas, y otros complementos propios de esta época, mitones, sombrillas de paseo... pero mantienen la moda mallorquina de cintura hacia arriba. El gipó (pieza siempre negra que viste el cuerpo) siempre ajustado y envarillado, con manga hasta el codo. Y sobre todo, el vestido se adorna con joyas de oro. La riqueza del vestido, no viene tanto por los tejidos y patrones, si no por el oro lucido. Las joyas son: cordoncillo de 16 palmos (la cadena), cruces de Malta, de filigrana, Sagraments, Bajos de Rosario, aros... Los pendientes se dejan ver a finales del s.XIX, ya que el volant , la pieza que cubre la cabeza, se lleva más pequeño y deja las orejas al descubierto.
Esta chica luce saya de indiana, y delantal bordado en richelieu. Este tipo de indumentaria se llevaba para pasear, bordar, las más acomodadas de diario, y el festivo para las mujeres con menos posibles. También muy habitual en las criadas de familias acomodadas para pasear, o las niñeras para llevar a pasear a los niños de la familia donde trabajaban. Sería un vestido a medio camino del gran lujo anterior y el de faena de campo o de casa diario.
Ropa de abrigo, mantones para cubrir del frío invernal.
Gracias a investigaciones de grupos como este podemos recuperar el vestuario de antaño
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