Nosotros seguimos las costumbres típicas de las antiguas tunas, saliendo en ocasiones a animar la ciudad y pasar la pandereta por bares y terrazas, a las que intentamos aportar nuestro toque juvenil y personal. También intentamos hacer visitas a residencias de ancianos y asilos cuando nos lo piden o cuando podemos sacar un rato. En cuanto a contratos, principalmente somos una tuna que actúa en jubilaciones y comuniones, pero está disponible para todo tipo de actos como cumpleaños, despedidas e, incluso, se nos ha visto aparecer en alguna que otra boda.
Desde el curso 2010/2011 nuestra formación ha sufrido importantes cambios y ha evolucionado; logrando un buen resultado en las actuaciones que hemos realizado. Toda esta historia comenzó cuando uno de los colegiales del Cerbuna encontró los antiguos trajes en un armario. Le pareció buena idea recuperar una tradición que, desde luego, ninguno de nosotros conocía. Empezamos a trancas y barrancas, ensayando cuando podíamos y sin ninguna perspectiva de actuar. Esa situación se mantuvo hasta finales del curso siguiente en el que fuimos invitados a una comunión, para amenizar los postres. Fue nuestro primer “bolo” y, por supuesto, fue algo desastroso. Sin embargo, en ese momento se encendió la mecha y nos dimos cuenta de que éramos capaces de hacer si nos poníamos las pilas.
A partir de ese momento, fuimos lanzados. No ha sido tarea fácil sacar adelante una agrupación como es la Tuna puesto que, normalmente, los nuevos tunos lo aprenden todo de los que ya son veteranos. En nuestro caso, durante unos meses recibimos algunos buenos consejos de la mítica Tuna de Ingenieros de Zaragoza, gracias a los cuales pudimos consolidarnos y convertirnos en la Tuna que actualmente somos. Las bandurrias afinaron, los panderetas aprendieron a bailar y a pegar saltos, nos aclaramos las gargantas y, sobre todo, aprendimos a echarle morro al asunto.
Durante este último curso hemos realizado gran cantidad de actuaciones en Zaragoza, Muel, Fonz, Magallón, Utebo... En mayor medida, hemos salido de ronda o “de parche”, como decimos los tunos, por las calles de Zaragoza en días especiales. No solemos faltar a nuestra cita con la Pilarica el 12 de octubre. Este verano decidimos entre todos salir de tierras aragonesas para hacer nuestro primer viaje de Tuna a la ciudad de Santander. Allí aprendimos que a la gente le sigue gustando ver tunas por las calles y, más aún, tratándose de una auténtica Tuna estudiantil formada por jóvenes. También logramos no arruinarnos del todo, que tiene su mérito. Nuestro último gran contrato fue con el Ayuntamiento de Calatayud. A principios del mes de septiembre, amenizamos las fiestas de la localidad bilbilitana haciendo sonar “la Dolores” por bares y terrazas.
En la actualidad, seguimos ensayando y puliendo detalles que nos ayuden a sonar mejor por tascas y calles. Este curso se han apuntado varios novatos que prometen y han empezado esta experiencia con muchas ganas. Después de tantas tardes y noches de clavelitos y compostelanas, los miembros de nuestra Tuna hemos acabado lo suficientemente asqueados los unos de los otros como para querernos como hermanos y cerbunos; pues nunca olvidamos que, saliendo con la Tuna, representamos a nuestro Colegio Mayor, el Pedro Cerbuna.
Para entrar en contacto, podéis llamar a los siguientes números:
• Luis Eduardo Suelves, bandurria: 670 73 20 28
• Jorge Collado, acordeón: 608 01 84 82
• Colegio Mayor Universitario Pedro Cerbuna: 976 551 750
Correos electrónicos:
• Luis Eduardo Suelves: luiseduardosuelves@hotmail.com
• Propia tuna: tunacerbuna@gmail.com
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